miércoles, 22 de diciembre de 2010

LA VIDA

LA VIDA
Eclesiastés 1:12-18
La inteligencia y la sabiduría son innatas, características de la naturaleza humana; el conocimiento se adquiere. La inteligencia, hace posible el conocimiento, en tanto que la sabiduría permite aplicar los conocimientos adquiridos.
Una persona puede ser muy inteligente, y conocer muchas cosas de la vida; más si no las practica, no es sabia. Es que la sabiduría es el arte de resolver las distintas situaciones de la vida, poniendo en práctica los conocimientos que se poseen.
Algo semejante expresan los expertos en educación, que el aprendizaje implica cambio de conducta. Es decir, una persona demuestra que ha aprendido algo, cuando lo pone en práctica, generando un cambio de comportamiento. De donde podemos afirmar que una cosa es conocer, otra es aprender. Si alguien conoce que lavarse las manos es un hábito de higiene personal, para mantener la calidad de vida, y lo práctica diariamente; se puede afirmar que tal persona ha aprendido.
Hay que recordar que el conocimiento tiende a la obsolescencia, es decir al desuso, debido al surgimiento de nuevos conocimientos.
La inteligencia, la sabiduría, el conocimiento y el aprendizaje son factores básicos para la calidad de vida.
Ahora bien, es cierto que conocimiento que no se práctica es inútil, así como hay conocimiento que perturba el espíritu del hombre. Una persona puede relacionarse felizmente con otra, hasta el momento que conoce que la otra persona le ha traicionado. El acto de traición en si no le incomoda, mientras no le conoce; una vez conocido el hecho, el panorama cambia.
Hay una reflexión interesante en estas experiencias del predicador: Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse. Es decir, hay muchas cosas en la vida, cuya solución no esta en nuestras manos, son complejas y fuera de nuestro alcance.
Nosotros podemos actuar sobre aquellas cosas que tenemos posibilidad de resolver. La inflación de un país, no la puede resolver un ciudadano individualmente. Lo que puede hacer es tomar medidas para administrar su presupuesto, de tal manera que pueda enfrentar el creciente costo de la vida.
Como cristianos comprendemos que “las profecías se acabarán, y las lenguas, y la ciencia…”; que lo único eterno es el amor, y recordemos: Dios es amor. La vida en la Tierra es transitoria, así como todo lo terrenal; estamos aprendiendo hoy, como vivir en el cielo, nuestro destino.

Israel Leal A.

Eclesiastés 1:12-18 (Reina-Valera 1960)
La experiencia del Predicador
12 Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén.
13 Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él.
14 Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
15 Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse.
16 Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia.
17 Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu.
18 Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.

martes, 21 de diciembre de 2010

PARA ENCONTRAR EL SENTIDO DE LA VIDA

Eclesiastés 1:1 – 11

La idea de que todo es vanidad, es decir vana ilusión, parece una nota exageradamente pesimista. Más al analizar detenidamente el planteamiento, se aprecia que la frase apunta a que hay aspectos de la vida más significativos que las simples realizaciones humanas, por importantes que estas sean.

¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?

Usted va hilando una respuesta, mientras el escritor le aclara algunos hechos notables: la transitoriedad de la vida, la rutina del tiempo y de los fenómenos atmosféricos, el ciclo del agua. Hay aburrimiento en una vida rutinaria, en vivir para trabajar, no en trabajar para vivir.

Existe un momento de la vida en que nada satisface, se vive en una constante búsqueda de lo novedoso, para mitigar el aburrimiento.

Pero en última instancia nada es novedoso, nada satisface. Es que nada hay nuevo debajo del sol. Ayer el hombre escribió sus memorias con rudimentarios caracteres sobre piedra, más tarde innovó con el uso de pieles, seguidamente el papiro, del cual se deriva el papel, que esta siendo superado por los dispositivos electrónicos, que dará lugar a… otra novedad que pronto será obsoleta, y sucesivamente. Un mismo principio aplicado de distintas formas.

Las modas son solo eso, modas, pasajeras.

Por otra parte no hay memoria de los sucesos, es decir a la gente poco le importa que Fleming, haya descubierto la penicilina, lo que le interesa es su “descubrimiento”, para utilizarle cuando se necesite.

Sabe usted que Gutemberg, el famoso inventor de la imprenta, no fue quien perfeccionó el “invento”, ni imprimió la Biblia, y murió en la miseria. El inició el proyecto, más por falta de dinero, un prestamista le quitó el proyecto, y puso a su sobrino Peter Schöffer al frente de la imprenta, quien la perfeccionó e imprimió el Libro Sagrado.

Cuando entramos a una biblioteca, pocos recuerdan a Gutemberg, y menos aun a Schöffer, las ironías de las que escribe el sabio en este libro.

Dos detalles surgen de esta reflexión. Primero, que la vida hay que disfrutarla día a día; es imposible hacerlo en el pasado, o en el futuro. En segundo lugar, que la vida no concluye en esta Tierra, el hombre trasciende, de esto último el autor escribirá posteriormente.

La vida deja de ser vana ilusión, cuando se tiene una correcta perspectiva de la misma.
Israel Leal A.

Eclesiastés 1:1-11 (Reina-Valera 1960)

Todo es vanidad

1 Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
2 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.
3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
4 Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece.
5 Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta.
6 El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo.
7 Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo.
8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.
9 ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.
10 ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.
11 No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.