martes, 21 de diciembre de 2010

PARA ENCONTRAR EL SENTIDO DE LA VIDA

Eclesiastés 1:1 – 11

La idea de que todo es vanidad, es decir vana ilusión, parece una nota exageradamente pesimista. Más al analizar detenidamente el planteamiento, se aprecia que la frase apunta a que hay aspectos de la vida más significativos que las simples realizaciones humanas, por importantes que estas sean.

¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?

Usted va hilando una respuesta, mientras el escritor le aclara algunos hechos notables: la transitoriedad de la vida, la rutina del tiempo y de los fenómenos atmosféricos, el ciclo del agua. Hay aburrimiento en una vida rutinaria, en vivir para trabajar, no en trabajar para vivir.

Existe un momento de la vida en que nada satisface, se vive en una constante búsqueda de lo novedoso, para mitigar el aburrimiento.

Pero en última instancia nada es novedoso, nada satisface. Es que nada hay nuevo debajo del sol. Ayer el hombre escribió sus memorias con rudimentarios caracteres sobre piedra, más tarde innovó con el uso de pieles, seguidamente el papiro, del cual se deriva el papel, que esta siendo superado por los dispositivos electrónicos, que dará lugar a… otra novedad que pronto será obsoleta, y sucesivamente. Un mismo principio aplicado de distintas formas.

Las modas son solo eso, modas, pasajeras.

Por otra parte no hay memoria de los sucesos, es decir a la gente poco le importa que Fleming, haya descubierto la penicilina, lo que le interesa es su “descubrimiento”, para utilizarle cuando se necesite.

Sabe usted que Gutemberg, el famoso inventor de la imprenta, no fue quien perfeccionó el “invento”, ni imprimió la Biblia, y murió en la miseria. El inició el proyecto, más por falta de dinero, un prestamista le quitó el proyecto, y puso a su sobrino Peter Schöffer al frente de la imprenta, quien la perfeccionó e imprimió el Libro Sagrado.

Cuando entramos a una biblioteca, pocos recuerdan a Gutemberg, y menos aun a Schöffer, las ironías de las que escribe el sabio en este libro.

Dos detalles surgen de esta reflexión. Primero, que la vida hay que disfrutarla día a día; es imposible hacerlo en el pasado, o en el futuro. En segundo lugar, que la vida no concluye en esta Tierra, el hombre trasciende, de esto último el autor escribirá posteriormente.

La vida deja de ser vana ilusión, cuando se tiene una correcta perspectiva de la misma.
Israel Leal A.

Eclesiastés 1:1-11 (Reina-Valera 1960)

Todo es vanidad

1 Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
2 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.
3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
4 Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece.
5 Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta.
6 El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo.
7 Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo.
8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.
9 ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.
10 ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.
11 No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.

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