domingo, 21 de febrero de 2010

SANIDAD INTEGRAL

Los evangelios nos muestran un cuadro completo sobre el ministerio terrenal de Jesús. Mateo nos presenta una panorámica en 4:23 y 9:35.

23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

De ambos textos podemos extraer sin duda tres acciones básicas:
  • Enseñar
  • Predicar
  • Sanar
De las mismas, y como podemos comprobar en los 4 evangelios, la mayor parte del tiempo lo ocupó principalmente sanando a los enfermos; en segundo lugar enseñando, a sus discípulos fundamentalmente, y a la población en general; y en tercer lugar, y en menor proporción, en predicar.
Jesús realmente predicó poco, en el sentido que nosotros concebimos la predicación hoy día. Tal vez es mejor señalar que se dedicó a proclamar el evangelio del reino. Es que en cada acción, sea sanando, enseñando o conversando con sus seguidores, o con los adversarios, Jesús proclamaba su buena noticia.

Vamos a considerar lo tocante al ministerio sanador de Jesús. Para ello tomemos como base bíblica el mensaje de Jesús en la sinagoga de Nazaret, contenido en Lucas 4:16-21:

4:16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 4:17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 4:19 A predicar el año agradable del Señor. 4:20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 4:21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

De este rico y expresivo pasaje, tomemos la expresión: Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón…

Estas palabras contienen una maravillosa verdad, la cual vamos a destacar a través de esta reflexión.

Las primeras declaraciones pronunciadas por Jesús ese memorable día de reposo, en la sinagoga de Nazaret, son muy significativas a este respecto: El Espíritu del Señor esta sobre mi, por cuanto me ha ungido para… Y manifiesta para lo que ha sido ungido:
  • Dar buenas nuevas a los pobres
  • Sanar a los quebrantados de corazón
  • Liberar a los cautivos
  • Dar vista a los ciegos
  • Liberar a los cautivos
  • Predicar el año agradable del Señor
Cada una de estas declaraciones contiene innumerables enseñanzas, promesas y aplicaciones. A los fines de esta reflexión, vamos a considerar lo concerniente a la sanidad.

ENVIADO A SANAR

Las sanidades de diferentes enfermedades ocuparon gran parte del ministerio de Jesús. El tenía muy claro que la gente adolecía de diversos tipos de enfermedades. En diferentes oportunidades indicó “Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.” Lucas 5:31 y 32.

En esta ocasión, en la sinagoga de Nazaret, manifiesta las razones de su venida. Entre ellas, a sanar a los enfermos tanto del cuerpo, como del espíritu. Con un énfasis a la sanidad del espíritu, porque como sabemos, es eterno.

Tomen nota, sanidad del espíritu, para vida eterna. Sanidad del cuerpo, para calidad de vida aquí en la tierra. Como la vida eterna comienza aquí en la tierra, es importante preservar al hombre regenerado, para que tenga calidad de vida en el presente; y de esa manera comience a disfrutar los deleites de la vida venidera en el cielo, tal como se nos ha prometido.

Ahora bien, cuando pensamos en sanidad, se supone sin lugar a dudas la existencia de la enfermedad.

Hay distintos tipos de enfermedades:
  • Las infecto-contagiosas producidas por hongos, virus, bacterias y demás microorganismos patógenos; causante de la mayoría de las enfermedades que sufrimos.
  • Otras ocasionadas por traumatismos. Caídas, golpes, fracturas.
  • Unas más, producto del mal funcionamiento de órganos debido al natural envejecimiento; o por la influencia de sustancias toxicas, alcohol, drogas, venenos.
  • Otras tantas debido al estrés, angustia, ansiedad, preocupación. Que son denominadas psicosomáticas.
  • Las enfermedades mentales, psicosis, neurosis, esquizofrenia.
  • Traumas, emocionales, por sucesos negativos ocurridos en el pasado, espacialmente durante la infancia.
  • Igualmente enfermedades congénitas, y hereditarias.
  • Y la enfermedad del espíritu, que en la Biblia se conoce como pecado, y su origen, la desobediencia.
Así pues, las posibilidades de enfermarnos son del 100/100. Parecerá extraño, e inaceptable, más el estado real del hombre es la enfermedad; la salud es una necesidad sentida. Buscamos salud, debido a que estamos enfermos. De aquí la necesidad de prevenir las enfermedades, y preservar la salud.

La Biblia señala alguna de las enfermedades comunes, sobre las se actuó para sanidad:
  • Lepra: “Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.” Lucas 5:12;
  • Fiebre: “Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.” Mateo 8:14;
  • Flujo de Sangre: “Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,…” Lucas 8:43;
  • Esterilidad: “Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos.” Jueces 13:2;
  • Ceguera: “Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.” Juan 9:1;
  • Parálisis: “Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él.” Lucas 5:18;
  • Endemoniados: “Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.” Lucas 8:27; entre otras.

Lo interesante de todo esto es que las personas mencionadas como pacientes de esas enfermedades, recibieron sanidad divina. La fe de los enfermos, y la Palabra de Jesús se combinaron para obrar el milagro. En el caso del hombre enfermo de lepra, narrado en Lucas 15: 12, a continuación se destaca en el 13: “Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: quiero; se limpio. Y al instante se fue la lepra de él”.

Como se evidencia en la escritura, las sanidades tenían el propósito de ofrecer al hombre una solución temporal a sus padecimiento de orden físico; más esos milagros tenían como objetivo básico, certificar el carácter divino, mesiánico, de Jesucristo. Que realmente era el Dios encarnado, quien vino a buscar y salvar lo que se había perdido.

Esos milagros eran un llamado a la conciencia, un incentivo para despertar la fe; una evidencia de poder. Así lo expresó en Capernaun ante el paralítico que le era presentado por aquellos cuatro fervorosos amigos, a quien perdonó los pecados, y le sanó de la dolencia física. Manifestó de ese modo que, en su condición divina, podía perdonar, y sanar. El relato completo se puede leer en el capítulo 2 del evangelio de Marcos.

Así pues, la sanidad divina, cuando se produce, es un llamado a creer, un testimonio de poder del Hijo de Dios. Una manera de despertar la fe, para que el hombre pueda ser sanado espiritualmente.

A LOS QUEBRANTADOS DE CORAZÓN

Esta expresión es muy significativa. Vamos a releerla: Sanar a los quebrantados de corazón.

¿Qué imágenes, ideas, pensamientos, situaciones, le transmiten estas palabras? ¿Cual es el significado de esta afirmación?

Observe que Jesús plantea sanar a los quebrantados de corazón. ¿A qué se refiere?

Vamos a considerar la palabra “corazón”.

Una revisión cuidadosa de los usos en la Biblia de esta palabra, nos dará una idea de lo que Jesús quiso expresar. La palabra corazón, en la versión Reina Valera 60, aparece 808 veces. Esto según la Biblia electrónica Gateway. Vamos a señalar algunos usos de la palabra corazón.

El corazón, en lenguaje bíblico esta relacionado con:

  • El intelecto: “Todo sabio de corazón de entre vosotros vendrá y hará todas las cosas que Jehová ha mandado: el tabernáculo, su tienda, su cubierta, sus corchetes, sus tablas, sus barras, sus columnas y sus basas…” Éxodo 35:10
  • Los pensamientos: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.” Génesis 6:5
  • Actitudes: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” Hebreos 4:12
  • Decisiones: “Del hombre son las disposiciones del corazón; Mas de Jehová es la respuesta de la lengua.” Proverbios 16:1
  • Deseos: “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.” Salmo 37:4
  • Emociones: “Tú diste alegría a mi corazón, Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.” Salmo 4:7
  • Motivación: “Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras.” Éxodo 35:21
  • Carácter de la persona: “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” 1ra Samuel 16:7

Es notorio que cuando en estos textos de la Palabra se usa la expresión “corazón”, no se refiere al músculo que tenemos en el lado izquierdo del tórax, encargado de bombear millones de litros de sangre, para que podamos vivir. Se refiere a esa dimensión no física de la naturaleza humana, mediante la cual podemos pensar, expresar emociones, tomar decisiones, creer, crear; la imagen de Dios. Dimensión que no puede ser diferenciada de la naturaleza física.

En la Biblia no se muestra a un hombre escindido, o dicotomizado, en su existencia temporal en la tierra. Es una unidad indivisible: Cuerpo y espíritu; mente y cuerpo. Tan solo a los fines de comprender la maravilla de la condición humana, tal y como Dios nos creó, es que se hace referencia a una naturaleza física, y otra espiritual, con base a Génesis 2:7: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” Más no hay posibilidad de imaginar un cuerpo humano sin mente, o una mente sin cuerpo; excepto Dios, que no tiene cuerpo físico, es espíritu.

Y, cuando en el evangelio de Lucas se usa dicha expresión, evidentemente se utiliza en el sentido del contexto escritural. Tal y como se utiliza cuando Jesús explica lo que verdaderamente contamina al hombre, en Mateo 15:18-20:

18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.

El corazón no piensa, no toma decisiones, ni tiene emociones. Como frecuentemente experimentamos, el corazón se activa en circunstancias especiales, por lo cual le sentimos palpitar con mayor o menor rapidez. Como cuando sentimos miedo, rabia, o alegría; el corazón palpita con mayor intensidad, y se activa para bombera más sangre al torrente sanguíneo. Lo que sentimos en el corazón no es la emoción propiamente dicha, sino las palpitaciones producto de la acción de contraerse y expandirse, para bombear sangre; lo que “sentimos” es la actividad muscular.

No es un “sentimiento” lo que percibimos en el corazón, sino la “sensación” que produce la actividad muscular. Es claro que las emociones, pensamientos, estados de ánimo, influyen en el corazón. La mayoría de las veces negativamente, produciéndole hipertensión, taquicardia, y en el peor de los caso infartos.

Corazón, en el lenguaje bíblico, es usado frecuentemente para referirse a las facultades de carácter intelectual, emocional, actitudinal, volitivo: la mente. Con esta idea en nuestro “corazón”. Releamos las palabras de Jesús:

Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón…

Sanar a los quebrantados de corazón, tiene que ver con la salud espiritual, la salud mental; y ambas influyen sobre la salud del cuerpo. No significa esto que el hombre en su pecado sea enajenado mental, un enfermo de la mente.

Se refiere al estado del hombre en el cual no hay esperanza. Quebrantado por su condición de soledad, desamparo; angustiado y ansioso porque observa un panorama obscuro, tormentoso; culpable por las acciones del pasado; deprimido por las traiciones, los desencantos; estresado por las presiones de una vida exigente. Traumatizado por hechos ocurridos en su pasado.

Esta situación del hombre motivó la compasión de Jesús, tal como lo señala Mateo en 9:36: “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas, como ovejas que no tienen pastor”. Por ello siempre veremos a Jesús al lado del que sufre, del enfermo, de los rechazados, de quienes han perdido esperanza. Llamándole a un cambio en su manera de pensar, y buscar a Dios.

Ahora bien, casi todas las enfermedades que padecemos pueden ser tratadas con medicamentos, rehabilitación física, y en casos extremos con cirugía. Mas los “quebrantos del corazón”, no se curan con tratamiento médico, ni terapias para canalizar los conflictos, ni con medicina alternativa, ni tratamiento psicológico o psiquiátrico, ni con “ninguna” estrategia humana para resolver los conflictos, traumas o culpas; por muy buena que esta sea.

No menosprecio la benéfica utilidad de las terapias y asesoramiento psicológico en el tratamiento de los traumas y conflictos emocionales, los cuales son recomendables como estrategia para ayudar a soportar las vicisitudes de quienes han sido renacidos. Más para quienes no han nacido de nuevo, no hay esperanza de curación, a menos que experimenten un nuevo nacimiento.

Los “quebrantos del corazón” se curan con un cambio de mente; con una mente renovada. Como si nos trasplantaran la mente, metafóricamente hablando. Y una búsqueda de Dios, un reencuentro con nuestro Padre.

Esta es la propuesta de Jesús cuando expresó: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” Marcos 1:15.

La palabra arrepentíos, (μετανοειτε) es la traducción de una palabra que en griego, idioma en que se escribió el Nuevo Testamento, da la idea de cambio total; la misma surge de la palabra griega (μετανοῖεν, metanoien), conocida en castellano como “metanoia”. Esta expresión metanoia es una palabra compuesta; deriva de dos raíces: meta, con el significado de cambio; y nous, que significa mente. Es decir, cambio de mente.

Entendemos hoy día esta expresión como cambio de la manera de ser; o cambio de actitud; que en general da la idea de un cambio profundo en la persona, que lleva a una vida distinta. Es como nacer de nuevo.

Jesús llamó a un cambio total del individuo, producto de creer en el evangelio; y como sabemos evangelio significa la buena noticia, la cual es Jesucristo mismo. Y ese cambio, igualmente tiene el significado de “volverse a Dios”. Por lo cual, al creer en Jesucristo, y recibirle, trae como consecuencia la sanidad de los quebrantos del corazón.

Es un hecho tan cierto, que Pablo lo afirma en su primera carta a los Corintios en el capítulo 2, verso 16: “Más nosotros tenemos la mente de Cristo”. En otras palabras, los creyentes en Jesús tenemos su corazón, su mente. Por el contexto sabemos que la mente de Cristo se refiera al Espíritu Santo: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido…”, versículo 12 del mismo capítulo dos.

SANIDAD INTEGRAL

Al considerar la misión de Jesús observamos que vino a sanar a un hombre enfermo.

  • Enfermo en sus delitos y pecados. Sanidad espiritual.
  • Enfermo corporalmente: a consecuencia del envejecimiento natural, enfermedades infecto-contagiosas, o producto del estilo de vida de cada uno.
  • Enfermo del corazón: a causa de los desengaños, temores, ansiedad, infidelidad,
    Jesucristo vino con la misión de ofrecerte sanidad espiritual, sanidad integral, y descanso en un mundo de muchas tribulaciones.

Hoy, como en el pasado, Jesús sigue interesado en nuestra calidad de vida. Le interesa que seamos salvos, para disfrutar la vida eterna en el cielo; así como que seamos saludables, para disfrutar la vida mientras estemos en la Tierra.

La Palabra expresa:

RECIBIR A CRISTO PARA OBTENER UNA NUEVA NATURALEZA

“Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios…” Juan 1:12 y 13

PERDON DE LOS PECADOS PARA CALIDAD DE VIDA

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 1ra de Juan 1:9

DESCANSO PARA LOS TRABAJADOS Y CARGADOS

28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Mateo 11:28 al 30.

Este es un buen momento para acercarse a Jesús y obtener de Él, sanidad, descanso, perdón de los pecados, y vida nueva.

“De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 2da Corintios 5:15

PARA AMPLIAR LO AQUÍ TRATADO

http://es.wikipedia.org/wiki/Metanoia
http://www.biblegateway.com/passage/?search=corazón&version=RVR1960
http://es.gospeltranslations.org/wiki/Arrepentimiento_B%C3%ADblico/El_significado_del_arrepentimiento
http://www.bublegum.net/israel0511/19708/

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